Me senté en
una mesa que había a la derecha de la pizarra, delante de toda la clase. Mi idea
para el concurso de talentos entre clases de ese año era hacer la obra, algo
convertida en musical con ayuda del club de música, baile, teatro…
Pero eso se
lo tenía que explicar a los de la clase.
--Empecemos.
Dylan, Fran, Víctor, cerrad el pico u os lo cierro yo. Mi idea consiste en
preparar una obra con un guión, este guión –dije agitando las hojas--. La cosa
es que solo el guión no rellenaría todo el tiempo, así que entre todos los
clubes podríamos montar una coreografía, un espectáculo de luces, canciones… Lo
que sea. En cuanto a la obra…
Dealia se
levantó corriendo para explicar su parte, sentándose a mi lado.
--¿Estoy
roja? Seguro que sí. Bueno, expliquemos. La obra narra la historia de una
pareja. La chica se llama Victoria y el chico Ángel. Un día al instituto donde
estudian llega un chico nuevo, James.
James se enamora o cree enamorarse de Vic. Decide hacer lo que sea para
conseguir salir con ella. Empieza a hacer cosas como robarle los deberes de la
mochila a Ángel, hacer que sus amigos le pongan la zancadilla… Cosas por el
estilo.
--Entonces
–continué --, Vic, que era muy buena chica, y algo tonta, decide hablar con
James para que pare después de que hiciera desaparecer la mochila de Ángel con casi todo su contenido. Le dijo que tenía
que dejar a James y estar con él. Vic necesitaba que dejasen en paz a Ángel,
porque le quería demasiado, así que aceptó. No le explicó nada a Ángel, rompió
con él y empezó a salir con James. Bueno, el resto ya lo veréis en el guión si
aceptáis hacer esta obra. Si no
aceptáis, os mataré. Con un hacha y una croqueta –sonreí como una psicópata y
volví a mi sitio. Se oyeron unas carcajadas, sonreí.
--¿Croqueta,
Alissa? –preguntó la profesora mirándome.
--Está
obsesionada, profesora –dijo Dea, riendo.
--¡No estoy
obsesionada! –exclamé—Es que soy una croqueta.
--Profesora,
llame al psicólogo—gritó Dea.
--¿Dea, tú
qué eres? –dije curiosa.
--¡Un pez! –exclamó.
--Señoría,
decida –reí.
--Vale –dijo
la profesora --. ¿Esto es normal para vosotras?
--Y tanto –dijimos
a la vez.
--Se os ve
tan normales de lejos… --suspiró –Bueno, les toca a los chicos. Kevin, Josh, Víctor,
Fran y Dylan. Vuestro turno.
Se
levantaron y se apretujaron en la mesa, tirando al suelo al pobre Josh.
Les miré.
Kevin y Víctor eran gemelos, ojos negros, pelo castaño. Josh y Fran eran amigos
de toda la vida, con ojos y pelo marrón, que se diferenciaban en que Josh tenía
ambos más oscuros. Y Dylan era Dylan, como siempre.
--Hemos
pensado en, como en esta clase somos más originales, podríamos hacer un
campeonato de diferentes deportes. La lista sería: ping pong, fútbol, baloncesto, skate… --empezó Dylan.
--No cabría
toda la clase en el escenario –observé yo. Al menos en la obra la gente iba y
venía.
--Haríamos
turnos –sugirió Josh.
--¿Y si a
alguien se le dan mal los deportes?
--Pues no
participa.
Se alzó un
coro de quejas por parte de toda la clase.
--¡No me
parece bien! –exclamé.
--¿Por qué?
–dijo Dylan mirándome, desafiante.
Oh, su orgullo seguía herido. Cierto.
Oh, su orgullo seguía herido. Cierto.
--Dylan,
estás más perdido que un niño de cuatro años solo en un supermercado. No seas
tonto. Estos concursos son para que participe toda la clase.
--Toda la
clase que tiene algún talento.
--¿Crees
que no hay talento en cantar, bailar o actuar?
--Son
talentos inútiles.
--No más
inútiles que tú–dije yo.
--¿Dylan y
Alissa suelen llevarse así? –escuché susurrar a la profesora.
--Salieron
un tiempo, pero Alissa le dio la patada –susurró Dealia.
Sonreí y
miré a Dylan, que estaba perplejo ante mi insulto.
--¿Perdona?
--¿Te lo
repito? Inútil. Cantar, bailar y actuar
es tan importante como otros deportes. Y odio el ping pong.
--¡Espera! –exclamó
Josh --¿Odias el ping pong? Porque se te da de miedo.
--Empecé a
jugar por probar y no –miré a Dylan—juzgar como una hipócrita.
--Vale,
dejemos la pelea, no me gustan las peleas –dijo la profesora.
--Profe, no
mientas –dije yo sentándome bien en la silla --. Nos mirabas como si fuese un
partido de tenis.
--Lo
reconozco –rió --. Bueno, ¡votemos para ver que opción preferís!
Ay, soy un pez :'''') Muérome. A ver qué se decide en la votación. ¡Los croqueteantes (que es así como acabo de bautizar a tu club de fans) queremos saber qué pasará! >----<
ResponderEliminarBesos,
HTR.
Me da que va a ganar el teatro porque si no morirán jaja
ResponderEliminarPD: Me gusta el nombre del club de fans ;)
Besos y abrazos con cianuro.